Después de casi dos meses de viaje nuestro penúltimo día en Hong Kong los dragones nos esperaban para bailar, cerramos el viaje bailando felices. volvimos a casa sintiendo que apenas iniciaba nuestro año del dragón.
Aun bailo.
Mis cabecitas de dragón dormían.
Gracias por un año fantastico!
Bienvenida serpiente de agua!